Es muy frecuente en la mayoría de las empresas la exigencia de resultados para YA ( incluso nos los piden para ayer).
Sin embargo, cuando queremos poner en marcha una estrategia de marketing, es muy habitual contemplar horizontes de 1 a 3 años, donde para recibir los primeros resultados debemos esperar mínimo 6 meses.
Esta pequeña incoherencia que en según que empresas afecta de manera más o menos intensa, nos lleva a preguntarnos, ¿Qué tiene más sentido, implementar estrategias de marketing de largo plazo o buscar estrategias que aporten resultados inmediatos?.
Por supuesto cada empresa es un mundo, y depende del momento en el que se encuentre la misma, va a ser mejor una estrategia u otra.
Pero… ¿Qué dice la teoría?
Nos referimos a esta estrategia como Marketing de Largo plazo. La solución perfecta en un mundo ideal sin restricciones de caja y con tiempo y paciencia para conseguir resultados.
Sin embargo, dependiendo del producto que vendas, y del momento de tu empresa, podría ser recomendable una estrategia más resultadista de Marketing de corto plazo.
Por ejemplo,
Si tu empresa es de reciente creación y vende un producto que ya existe en el mercado.
Siempre se habla de que solo se puede montar una empresa si tienes una idea innovadora, pero ni mucho menos, el 99,99% de las empresas nuevas se crean sobre productos o servicios que ya existen.
Si tu empresa es de reciente creación, lo normal será que tengas un presupuesto limitado para invertir en marketing.
Además, si vendes un producto que los consumidores ya conocen, te ahorras tener que invertir dinero en dar a conocer la solución que propones y puedes pasar directamente a explicar las bondades de tu marca frente al resto.
Por ello, con un presupuesto limitado, lo que recomendaríamos sería buscar la primera venta lo antes posible yendo directo al consumidor e invirtiendo el mínimo dinero en ello.
¿Cómo?
Usando medios como: Email Marketing, Google SEM, Facebook Ads u otras redes sociales, es decir, comprando espacios publicitarios allí donde esté tu target e impactarle.
En el caso de un e-commerce: busca a tu target, genera visitas a tu página web directamente donde el usuario puede comprar, y haz acciones de retargeting o remarketing para los usuarios que no conviertan.
Y si vendes telefónicamente: genera tráfico a landing pages donde el usuario que esté interesado, pueda dejar sus datos en un formulario y en cuanto te los envíe, llámale antes posible.
Tal como explicamos en el post “Vender online sin web es posible”, podremos llevarlo a cabo sin necesidad de crear una página web.
Si tienes una empresa consolidada pero con poca experiencia en el mundo digital, que vende un producto que ya existe en el mercado.
En este caso la recomendación es similar al caso anterior. Solo que partimos con la ventaja de tener más experiencia en el mercado y más recursos económicos.
Además podemos aprovechar que podemos utilizar nuestras propias listas de clientes para crear “Audiencias similares” (herramienta disponible en Google y Facebook, entre otros medios) que nos permitirán encontrar al target de manera más precisa.
Al final, lo que nuestra experiencia nos enseña, es que, si bien tener una estrategia de largo plazo es importante, en la práctica, sobre todo cuando empezamos a tener presencia digital, la inversión debería ser 80% – 20% a favor de las medidas de resultado a corto plazo.
Y una vez tengamos ingresos recurrentes, ir trabajando estrategias de largo plazo que nos permitan garantizar un crecimiento sostenible con el paso del tiempo.
¿Pensando en generar leads?
Si quieres empezar a conseguir ventas gracias al marketing online, puedes solicitar información clicando aquí.